“DOMINICOS VAMOS JUNTOS HACIA UN NUEVO PENTECOSTÉS”

Publicado en por Fraternidad Laical Dominicos San Vicente Ferrer

SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS

A la luz del libro de los Hechos de los Apóstoles (2, 1-11), 1ª Corintios (12, 3b-7.12-13) y San Juan (20, 19-23).-


El miércoles recién pasado la familia dominicana de la Verapaz  (frailes y laicos dominicos) estuvimos reunidos en Casa Santo Domingo de los Frailes dominicos de Centro América, platicando de todo un poco previo a iniciar nuestra reunión como fraternidad, en compañía de nuestro guía espiritual Fray Luis Miguel Otero. Minutos después iniciamos nuestra reunión con el protocolo acostumbrado: La bienvenida, oración inicial y reflexión de las lecturas descritas anteriormente. Emulando en poco el estilo de la comunidad  de Pedro de Córdova, quienes fueran pioneros de la evangelización en el nuevo mundo y precursores en la defensa de la vida mediante una predicación, que, sin temor y temblor llevaron a cabo en la defensa de los nativos: Anunciando la buena noticia  y denunciando  los abusos  de los europeos en contra de estas pobres gentes, que ellos consideraban también sus hermanos.

Me atrevo a decir que intentamos parecernos en algo a esa comunidad, aunque a algunos les cause una risa filosófica, porque de cierta manera hicimos aunque superficial un análisis de la realidad de nuestro pueblo, cuya población en su inmensa mayoría “al anochecer se encuentran cerradas las puertas de sus casas”, por miedo no de los judíos sino de la delincuencia, que con sus acciones alienantes  ha convertido el pueblo en un campo de batalla. Como fraternidad vislumbramos alguna luz para transformar las realidades temporales e incidir como agentes de cambio, transformadores de esa realidad en la sociedad civil, insertándonos en la misma y llevando a la praxis una predicación liberadora como la de Montesinos, las Casas y Pedro de Córdova, quizá no todos tenemos el don de la predicación como la que tenía Montesinos, pero es en la comunidad  en donde  debe revisarse  esta predicación, para hacer de la misma no un estilo de vida sino una filosofía de vida, una vocación.

¿Tendría miedo la comunidad de Pedro de Córdova? Seguramente sí al igual que nosotros hoy, pero debemos desalojar al miedo sin ser temerarios, porque al igual que en aquel tiempo Jesús nos envía también a nosotros, a anunciar la buena noticia no sin antes soplar sobre nosotros El Espíritu Santo. Al igual que en aquel tiempo,  hoy cada vez que nos reunamos en comunidad tengamos presentes que toda nuestra vida debe ser Pentecostés, porque toda la obra y misterio de Jesús es pentecostés y el evangelio siempre causará ruido venido del cielo y soplará un fuerte viento que despabilara  nuestras mentes y nuestros corazones y nos impulsara a la acción, porque el Espíritu eso hace, nos ayuda a que sepamos anunciar a un Cristo vivo y resucitado, a un Cristo glorificado, como sin duda alguna lo hizo con la comunidad de Pedro de Córdova en el siglo XV.

Hay un cuento que dice que la peste, el famoso jinete del Apocalipsis, iba hacia Calcuta cuando le preguntaron: ¿Cuántos vas a matar hoy? Y ella contesto: Sólo cien.

Al otro día dijeron en las noticias que habían muerto mil. Le reclamaron a la peste porqué había matado mil, si sólo había anunciado que iba a matar cien. Y ella contestó: Yo sólo mate cien, los otros novecientos murieron de miedo.

Cuando el miedo domina nuestra vida procura en nosotros el pecado de omisión al dejar de hacer lo que tenemos que hacer y  se nos olvida  que “el Espíritu que Dios nos ha dado no es un espíritu de cobardía, sino de fortaleza, amor y templanza”. 2ª Timoteo (1, 7).-

 

001 018


José Luis Riveiro Fernández, OP

Santo Domingo de Cobán, 9 de junio de 2011

Etiquetado en Informacion

Para estar informado de los últimos artículos, suscríbase:
Comentar este post
L
<br /> Estimado hermano Josè Luis:<br /> <br /> Saludos fraternos y muchas gracias a vos y tu fraternidad por compartir y darse a travès de sus reflexiones. Muchos saludos a todos.<br /> <br /> Tus meditaciones me hacen recordar que el miedo no siempre debemos de verlo como todo miedo, sino como algo que nos puede impulsar y a aventurarnos a decir la verdad, el problema puede estar cuando<br /> el miedo nos paralisa impidièndonos actuar.<br /> <br /> Jesùs seguramente tuvo miedo, inclusive, cuando momentos antes de morir, dice al padre; por què me haz abandonado...si es posible aparta de mi este caliz.<br /> <br /> Domingo de Guzmàn cuando vivìa intensmente sus diferentes estilo de oraciòn, muchas veces debiò sentirse flaquear, dèbil, con ansias de fuerza para seguir, continuar su obra de predicaciòn.<br /> <br /> Asì tambièn todos nosostros sentimos miedo; unas veces màs, otras menos, lo importante es que ese miedo nos despierte el deseo buscar salidas y fortaleza. Creo que lo màs peligroso para nsotros los<br /> laicos y nuestra Iglesia, es que nos instalemos en nuestras seguridades y llegue el "comejen" y nos carcoma, el caer en la rutina tamibièn nos hace ser infieles al evangelio, eso ata y limita<br /> nuestro compromiso como fermento en la masa.<br /> <br /> Bueno Josè Luis, de nuevo muchas gracias por ese don de predicaciòn y que compartes con nosotros.<br /> <br /> Un gran abrazo,<br /> <br /> Luis Mariano Malta Dìaz,op.<br /> Fraternidad Seglar de Santo Domingo de Chinandega,<br /> NIcaragua.<br /> <br /> <br />
Responder