PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO

Publicado en por Fraternidad Laical Dominicos San Vicente Ferrer

 

“Jesús nos manda a velar y a estar preparados porque no sabemos cuando va a venir”

A la luz de la carta de San Pablo a los romanos (13, 11-14) y del santo Evangelio según San Mateo (24, 37-44).-

 

La sociedad de consumo empezó hace muchos días a anunciar la llegada de la navidad con sus anuncios publicitarios, almacenes adornados con lucecitas multicolores y en los diarios de circulación se ofrecen toda  clase de “ofertas” de “llévese dos y pague uno” o “llévese el otro par por la mitad de su precio” o “llévelo hoy y pague mañana”, pagando en la mayoría de los casos con dinero plástico a una alta tasa de interés,  hipotecando de esta forma el porvenir, máxime cuando se ha empezado a gastar el dinero  que aún no se ha ganado, justificando nuestra actitud con pensamientos como aquél que dice: “comamos y bebamos que mañana moriremos”. Estamos tan comprometidos con que no nos falte nada en estas fiestas de fin de año, como comidas  apetitosas y bebidas embriagantes;  que durante siglos hemos celebrado esta festividad sin reflexionar realmente sobre su significado y con éste tipo de actitudes realmente no le estamos dando sentido a la vida.

 

Podemos definir la palabra sentido como sinónimo de dirección , que es lo que parece hacer San Pablo cuando se dirige a los romanos en aquél tiempo y a nosotros en éste, cuando expresa claramente  que debemos comportarnos honestamente, sin nada de comilonas, ni borracheras, ni lujurias, nada de pleitos, ni envidias; nos está enseñando un camino, para que redireccionemos nuestros pasos en los días que están  por venir, a efecto de que, con nuestros actos realmente le demos sentido a nuestra vida, dentro de en un marco de honestidad como refiere el apóstol, desechando todas las obras de las tinieblas, mencionadas anteriormente entre otras.

 

Jesús expresa lo mismo y se va más lejos cuando nos cuenta que desde los días de Noé la gente comía y bebía y se daba en casamiento, hasta que Noé entró en el arca y de repente sobrevino el diluvio; por eso nos dice que debemos velar para estar preparados porque de la misma forma en que sobrevino esa desgracia, podría acontecer ahora con la venida del Hijo del Hombre al encontrarnos desprevenidos viviendo no como hijos de la luz sino de las tinieblas. Es un hecho histórico innegable que desde los tiempos pretéritos el ser humano ha luchado entre el sentido y el sin sentido de la vida, entre el bien y el mal, pero Jesús nos da la esperanza y nos hace una invitación a la trascendencia y por eso nos manda a estar preparados, vigilantes, orantes y en actitud de permanente custodia.

 

Así pues, vigilemos y oremos para no caer en la tentación porque los últimos días del año que está por expirar son propicios para hacer todas las cosas adversas que se mencionan en las dos lecturas, motivo de nuestra reflexión. Por lo tanto los invito a que procuremos no ser parte de las estadísticas, a no ser noticia el día de mañana a causa de los múltiples accidentes que causan las bebidas alcohólicas cuando son consumidas en exceso, sin duda alguna, lo primero que se pondrá a nuestra disposición en la celebración de los convivios  navideños.

 

 

 


José Luis Riveiro Fernández

Santo Domingo de Cobán, 26 de Noviembre de 2010.-

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