OTRA VEZ CUARESMA…
Permítanme compartirles un caso de la vida real, como ocurre hoy en día, una familia se ve afectada porque el esposo encuentra otra mujer y ¿Qué Hacer?, me deja, lo dejo o qué.
Entonces la esposa sin decir nada extraordinario, cada día se arregla, se pone más bella y cuando le pregunta su esposo la razón del porque, ella responde con certeza: para que sepas qué es lo que estas a punto de perder, pero no se queda ahí, sino que le habla a sus hijos de que deben de hacer oración en familia y qué mejor que rezar el rosario, por su esposo y su papá que está pasando por un momento difícil.
No es fácil esperarlo hasta bien entrada la noche, tratando de esquivar a todos y cuando sus hijos lo ven, lo salen a saludar cariñosamente, lo besan y lo más importante: le dicen que están rezando por él, para que regrese con ellos porque lo aman y lo necesitan.
Pasa el tiempo y hay más involucrados en la oración, que a su tiempo da fruto, la familia que reza unida permanece unida y nuevamente es una familia, porque la oración llegó al corazón del esposo y al corazón de Dios.
ESTO TAMBIEN ES CUARESMA.
O sea que cuaresma no es una carga, una rutina, una obligación, una necedad de la iglesia, sino que es un momento de preparación para nuestra liberación.
Empezamos otra vez, hay ritos que parecieran mágicos, incienso por montón, color morado dentro de la iglesia, dietas a llevar a cabo, como por ejemplo ¿no comer carne los días viernes de cuaresma y…?
Todo esto qué sentido tiene, ¿si pareciera que somos más esclavos que libres?
Serán cuarenta días donde insistiremos entre la lucha entre el Bien y el Mal, del Pecado y la Muerte o la Gracia y la Vida.
¿Nos aburriremos en estos cuarenta días o nos despertaremos en estos cuarenta días?
¿Porque?, es la misma rutina que el año pasado, o hay algo que tengo que descubrir y que no descubrí el año pasado, algo que tengo que perdonar y que no he querido perdonar, algo que tengo que olvidar y que no he querido olvidar porque todavía me duele.
O sobre los compromisos que adquirí dentro de la iglesia y que he dejado de realizar, de la Gracia que perdí y que no la he recuperado aún.
Y ESO ES RAZON PARA QUE DESPIERTE
¿Somos nosotros capaces de discernir entre lo bueno y agradable a Dios o todavía no? Y si lo discernimos somos capaces de optar por lo bueno y agradable a Dios o todavía nos seduce el mundo, por ejemplo, nos olvidamos que debemos de compartir más como familia en tiempo de calidad y de cantidad, dejando a un lado el teléfono, el celular, la computadora, el trabajo, el deporte, la oficina, los amigos, que aunque son bienes, nosotros los mal utilizamos y nos llevan a perder el Bien Mayor que es nuestra familia.
Somos nosotros humildes para reconocer que no nos las sabemos todas y que entonces debemos de agachar la cabeza, de que aunque sepamos mucha teoría a veces fallamos en la práctica.
Es entonces tiempo de entrar en comunión con la iglesia universal, en este tiempo que nos regala para reflexionar y de compartir por cuarenta días y cuarenta noches en un caminar que nos debe de conducir y acercar más a Dios.
¿Será que es suficiente?, por ejemplo acá en Guatemala el ir a las procesiones a verlas, el pertenecer a una hermandad, el ir a cargar la imagen de Jesús o de la Santísima Virgen María, a elaborar alfombras o alguna otra devoción como el Vía Crucis, o llevar los ciriales o la cruz.
¿Es eso cuaresma y tiempo de cuaresma?
Todo es externo y no es malo, pero los cambios deben de surgir desde lo más profundo de nuestros corazones, que es desde donde se inicia la batalla entre el Bien y el mal.
¿Pero qué cargas llevo?, por ejemplo algunas como la del egoísmo, la envidia, los celos y la lista puede ser más larga y compleja ¿verdad?
Porque todos pecamos y si no te das cuenta somos de carne y hueso todavía, además no somos seres angélicos y eso hace que nuestro caminar sea más difícil y más lento ya que a veces no caminamos sino que vamos arrastrándonos, hasta llegar a un momento donde no queremos avanzar más porque vamos sangrando, porque nuestras rodillas nos duelen y queremos descansar un rato, un rato que puede llegar a convertirse en una eternidad.
Pero recordemos que nuestro Padre Dios no nos obliga a NADA, El nos habla cariñosamente y nos enseña como a pequeños que somos y ¿nos enseña a qué?
Pues nos enseña a ser mejores Hijos suyos.
¡Eso es cuaresma TIEMPO DE APRENDIZAJE también!
De aprender a perdonar, a olvidar, a dar y recibir perdón, a amar más a la familia que Dios nos ha prestado, HOY no mañana por si no teníamos nada en concreto.
Nuestro Padre Dios, nos recuerda que somos nosotros los que debemos ser capaces de llevar una esperanza, una alegría en este tiempo de cuaresma, no sólo al mas necesitado, sino al que esta más próximo a mí, porque pareciera que solo vemos a lo lejos y no somos capaces de ver de cerca.
Nos recuerda que todavía hay hambre que debemos saciar, de penas que debemos de compartir, de lágrimas que debemos de consolar, de esclavos que deseamos ser liberados y estamos esperando la ocasión para ser libres.
Porque cuando uno de nosotros es libreado de su esclavitud, nosotros somos también liberados.
¡ESO ES CUARESMA!
No pretendamos hacer mucho, empecemos con un compromiso en concreto para esta cuaresma, para que al final de estos cuarenta días y cuarenta noches hayamos resucitado en el compromiso realizado y le demos la bienvenida a la Pascua.
Recordemos que sólo siendo libres seremos capaces de compartir la libertad y de prepararnos para poder vivir la Pascua.
¡ENTONCES ALEGREMONOS ES CUARESMA!
Dr. Néstor Alvarado L. OP.